Feministas chifladas se exhiben emporcadas de sangre reivindicando su “derecho a menstruar”
PGN.- “Me mancho y no me da asco. Me mancho y no me doy asco. No rechazo mi cuerpo, esta es mi naturaleza”. Las integrantes del colectivo Sangre Menstrual están cansadas de pedir compresas entre susurros y miradas cómplices. Para ellas, visibilizar la regla significa visibilizar a las mujeres y su naturaleza.
Este colectivo se paseó hace poco por el barrio de Malasaña de Madrid con pantalones blancos manchados de sangre menstrual. Se trata de una acción contra el tabú que en su opinión oprime a las mujeres y refuerza el patriarcado. Mostraron sus funciones corporales de una forma libre, enfrentándose a la escandalera y los prejuicios que vienen de tiempos inmemoriales: desde las primeras escrituras, la menstruación se califica de algo impuro, a menudo es excusa para aislar a las mujeres del resto de la sociedad. La regla, recordemos, es un símbolo poco religioso, puesto que denota que no hay embarazo. Por ello, y por el pecado asociado a lo femenino, se ha mantenido en un plano íntimo y secreto. Las Sangre Menstrual, sin embargo, atajan esta concepción anacrónica: “La regla no es una maldición ni un castigo divino: es actividad hormonal”.
El cuerpo como espacio político
Es común oír en estos tiempos que la revolución va por dentro, pero en varios ejemplos recientes de protesta social, sobre todo feminista, parece haberse recuperado la idea que en su día lanzó la artista Barbara Kruger: “Tu cuerpo es un campo de batalla”. Algo tan natural como la sangre puede significar un desafío a siglos de vergüenza y tabú: “Lo conseguisteis en algún momento, pero ya no me avergüenza mancharme e incluso decido exhibirme voluntariamente. Tampoco estoy enferma cuando tengo la regla, no estoy mala. Al contrario, me reciclo con cada periodo”.
Sangre Menstrual surgió después de que la artista Mar Cejas escribiera el “Manifiesto por la Visibilidad de la Regla” como parte de su obra Mi regla, que fue eliminada de una exhibición en el Mercado Fuencarral de Valencia por “no ser del gusto de los comerciantes”, como denunció la Asociación de Artistas Visuales de Valencia Alacant i Castelló (AVVAC).
Según el blog de las activistas, la organización del festival valenciano de arte Valetudo Artístico, decidió retirar también todas las obras de Cejas el pasado marzo, hasta que la misma encontró en Madrid acogida y apoyo, que fue donde nació el colectivo Sangre Menstrual: “Este es el zumo de mis entrañas del que no huyo, una mancha sin límites, un rezumar que no podéis parar. Mi cuerpo se desparrama, mi pensamiento también”.
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