Un hombre se quema a lo bonzo en el centro de Murcia para exigir la custodia de sus hijas
Este vecino de Molina es padre de dos jóvenes discapacitadas a las que se le había impedido visitar por amenazar a los empleados del centro
11.09.13 - 01:15 -
Un vecino de Molina de Segura, de nacionalidad portuguesa, se debate entre la vida y la muerte tras quemarse a lo bonzo en la tarde de ayer en la céntrica Avenida de la Libertad de Murcia. Los hechos ocurrieron en torno a las siete y media de la tarde cuando el hombre se manifestaba en la zona con una pancarta de grandes dimensiones en la que explicaba, entre otras cuestiones, que se le había retirado la custodia de sus hijas y que planeaba pegarse fuego. Poco después, cumplió con su terrible anuncio y, tras rociarse con gasolina que portaba en una pequeña botella, se acercó un mechero al cuerpo. «Empecé a escuchar gritos y al girarme vi un hombre corriendo en llamas», explicaba Rebeca García, una joven que realizaba compras por la zona. «Era una bola de fuego».
El protagonista de esta tentativa de suicidio fue ingresado ayer en el hospital Virgen de La Arrixaca con graves quemaduras -al parecer de tercer grado- en el 80% de su cuerpo. Según explicó ayer Leopoldo Navarro, director general de Política Social, este vecino de Molina es padre de dos niñas que padecen discapacidad psíquica. Pese a que una de ellas ya ha superado la mayoría de edad, ambas se encuentran tuteladas por la Comunidad y residen en un centro de menores de la pedanía murciana de Santa Cruz. Al parecer, su madre falleció. Navarro aseguró ayer a que existen razones muy motivadas para haber retirado al herido la custodia de las niñas.
En las últimas semanas, además, la situación había dado otro giro más de tuerca. La Comunidad decidió suspender el régimen de visitas de este padre a las niñas dado que, según explicó Navarro, éste «aprovechaba sus visitas al centro para amenazar a los trabajadores». El director general de Política Social recalca que mostraba una actitud agresiva y que, incluso, había llegado a seguir a una de las empleadas del centro hasta su casa. A causa de la conducta, se le había denunciado por un presunto delito de amenazas por el que se celebró un juicio en la mañana de ayer. Navarro considera que esa vista pudo ser «el detonante» del intento de suicidio.
El suceso provocó una enorme conmoción entre los muchos vecinos que se agolpaban a esas horas en la céntrica avenida. Algunos de ellos ayudaron al herido cuando se encontraba en llamas lanzándole encima chaquetas y mantas. También intervinieron, en los primeros momentos, los empleados de seguridad de algunos comercios cercanos, que emplearon extintores para tratar de extinguir las llamas del cuerpo del hombre. Posteriormente llegaron a la zona bomberos, Policía Nacional y Policía Local. «He tenido que ir corriendo a tomarme una tila porque ha sido muy impresionante», relataba Sonia, una joven que se encontraba comprando por la zona. «He visto una gran llamarada de fuego y luego al hombre bocabajo, destrozado».
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